miércoles, 14 de octubre de 2009

Ricardo Arjona, y una noche para el delirio de miles de mendocinas


El guatemalteco ofreció un contudente show en el Malvinas Argentinas, ante unas quince mil personas que disfrutaron de las canciones de "Quinto Piso" y los éxitos consabidos, esos que fueron a escuchar. Mirá la galería de fotos.

Cuando faltaban exactamente diez minutos para las 22, el gigante escenario se quedó a oscuras y una pantalla le dio vida al sueño de miles de fans, que dejaron todo por ir a disfrutar de Ricardo Arjona en vivo y sus canciones escritas en código para ellas.

Así, con una versión grabada de "Quinto piso", se fueron ubicando los músicos para darle vida a la escenagrafía que simulaba un esquina neoyorquina, llena de luces y sombras. Así, cuando empezó a sonar "En el espejo", Ricardo Arjona apareció para el delirio de la multitud, que disfrutó del show.

Arjona tiene claro lo que significa poner en escena un concierto y así quedó demostrado. Y si a eso se le suma el amor incondicional de sus seguidoras, todo cierra perfecto, más allá que el sonido fue fuerte pero a veces molesto; más allá que hubo algún acople o que apareció alguna pifia del batero.

¡Qué importa eso, si ellas pagaron $500 para estar cerca y disfrutarlo! Y la verdad es que Arjona se encarga de que esa plata sea bien valorada, porque posa, mira, atrapa y habla del amor y la desdicha de los hombres con el sexo opuesto, como si él fuese un perdedor nato.

Así, fueron pasando clásicos como "Acompañame a estar solo", "Te conozco", “Desnuda”, “Historias de taxi”, “Tu reputación”, “Si el norte fuera el sur”, "El problema", "Señora de las cuatro décadas", "Mujeres", y más recientes como “Quiero”, “Cómo duele” “Sin ti, sin mí”, y “Tocando fondo”.

Algo distinto fue el trabajo interactivo con una grande de la música de América Central como Paquita la del barrio, que le puso un toque diferente y muy original al concierto.

En total, fueron algo más de dos horas de concierto, activo, cálido, vivido a full por los que esperaron meses por la llegada del artista.

Ya está, ya pasó, ahora vienen los sueños.

Fuente: Mdzol.com

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