El romanticismo de Ricardo Arjona reinó en la penúltima jornada del festival de Viña del Mar, en la que el guatemalteco enamoró una vez más a miles de fanáticas que le entregaron todos los premios del certamen.
``El del espejo'''', ``Acompáñame a estar solo'''' y ``Realmente no estoy tan solo'''' hicieron que el público cayera rendido por los encantos de Arjona, al que gritaba ``m''ijico rico, m''ijico rico''''.
La Quinta Vergara, el anfiteatro al aire libre junto al Pacífico donde se desarrolla el certamen, estaba repleto por más de 15.000 personas ansiosas de bailar con el ritmo tropical de La Noche, que abrió la jornada, y de soñar con el romanticismo de Arjona.
Definitivamente el guatemalteco es uno de los favoritos del ``monstruo'''', sobrenombre del público que, con aplausos y gritos, endiosa a sus preferidos y los condecora con las antorchas de Oro y Plata. Pero si el artista les desagrada, lo castiga con pifias que apuran su salida del escenario.
El festival también premia con la Gaviota de Plata, el símbolo del certamen reservado para los ganadores de la competencia de canciones. Las fanáticas corearon todos los temas de Arjona. ``Te conozco'''' hizo que los gritos ensordecedores recorrieran la Quinta Vergara desde la galería, hacia la platea y los palcos.
El guatemalteco se despidió para volver en un par de minutos y dijo que los premios del festival ``no son trofeos que hay que pedirlos, hay que merecerlos'''', en clara alusión al puertorriqueño Tito El Bambino, que el jueves, cuando apenas había cantado dos temas, empezó a pedir premios, los que recibió después de mucho rogar.
Tras una hora y media en el escenario, Arjona recibió la antorcha de Plata, pero el ``monstruo'''' exigió más y le fue entregada la antorcha de Oro. Luego de ``Señora de las cuatro décadas'''' y ``Pinguinos en la cama'''', llegó la Gaviota de Plata, pero el público pidió aun más y, como no hay un premio mayor, voló a sus manos una segunda Gaviota.
``Mujeres'''' cerró un concierto de una hora y 50 minutos. Hasta ahora, durante la 51a versión del festival, sólo un artista se había llevado dos Gaviotas juntas, a falta de más trofeos: Américo, un chileno que el jueves deleitó al ``monstruo'''' con sus cumbias románticas.
``El del espejo'''', ``Acompáñame a estar solo'''' y ``Realmente no estoy tan solo'''' hicieron que el público cayera rendido por los encantos de Arjona, al que gritaba ``m''ijico rico, m''ijico rico''''.
La Quinta Vergara, el anfiteatro al aire libre junto al Pacífico donde se desarrolla el certamen, estaba repleto por más de 15.000 personas ansiosas de bailar con el ritmo tropical de La Noche, que abrió la jornada, y de soñar con el romanticismo de Arjona.
Definitivamente el guatemalteco es uno de los favoritos del ``monstruo'''', sobrenombre del público que, con aplausos y gritos, endiosa a sus preferidos y los condecora con las antorchas de Oro y Plata. Pero si el artista les desagrada, lo castiga con pifias que apuran su salida del escenario.
El festival también premia con la Gaviota de Plata, el símbolo del certamen reservado para los ganadores de la competencia de canciones. Las fanáticas corearon todos los temas de Arjona. ``Te conozco'''' hizo que los gritos ensordecedores recorrieran la Quinta Vergara desde la galería, hacia la platea y los palcos.
El guatemalteco se despidió para volver en un par de minutos y dijo que los premios del festival ``no son trofeos que hay que pedirlos, hay que merecerlos'''', en clara alusión al puertorriqueño Tito El Bambino, que el jueves, cuando apenas había cantado dos temas, empezó a pedir premios, los que recibió después de mucho rogar.
Tras una hora y media en el escenario, Arjona recibió la antorcha de Plata, pero el ``monstruo'''' exigió más y le fue entregada la antorcha de Oro. Luego de ``Señora de las cuatro décadas'''' y ``Pinguinos en la cama'''', llegó la Gaviota de Plata, pero el público pidió aun más y, como no hay un premio mayor, voló a sus manos una segunda Gaviota.
``Mujeres'''' cerró un concierto de una hora y 50 minutos. Hasta ahora, durante la 51a versión del festival, sólo un artista se había llevado dos Gaviotas juntas, a falta de más trofeos: Américo, un chileno que el jueves deleitó al ``monstruo'''' con sus cumbias románticas.
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